“Bien podrán los encantadores quitarme la
ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible”. Don Quijote de la
Mancha (II, 17)
El documental sobre El Ballet Béjart Lausana titulado “El Esfuerzo y el Ánimo”, es de una gran belleza, donde se nos muestra todo el trabajo que hay detrás de un espectáculo, por ello nuestra reflexión la vamos hacer teniendo en cuenta tres aspectos, el arte, el municipio y el proceso educativo.
ARTE:
Gran parte del éxito del ballet Béjart es que hace llegar el arte de la danza a todos los públicos.
El ballet Béjar de Lausana, en su primer coreógrafo y bailarín Maurice Béjart y en la actualidad en su sucesor Gil Roman, a supuesto toda una revolución en el mundo de la danza. Esta revolución se debe a su manera de entender la danza, para hacerla llegar a todos los públicos.
Entendemos que este modo de entender la danza de Béjart que puede no ser válida para los espectadores más puristas, ha supuesto llegar a un público más extenso. Antes el ballet era sólo para una minoría, Béjart a través de la fusión de lo clásico con lo contemporáneo hace que sea más accesible a más gente, además este ballet lleva sus espectáculos también a escenarios diferentes a los clásicos.
Gil Román intenta no hacer copias de cómo él interpreto o interpretaba algunas de las obras, al contrario intenta que los bailares le sorprendan, aporten y transmitan su creatividad, esto hace enriquecer al personaje. La libertad que da a los bailares, hace que aflore el arte y la creatividad. Cuando se da esta facilidad para que surja la creatividad, la danza es de una belleza extraordinaria.
Esta belleza se puede apreciar cuando los bailarines hacen movimientos que aparentemente son tan fáciles, pero para llegar a esa forma de interpretar detrás hay muchas horas entrenamiento, disciplina, repetición, superación, pasión por su profesión, amor, transmisión de emociones, energía.
MUNICIPIO:
Una apuesta clara por la promoción cultural, a través de la financiación del ballet a lo largo de todos estos años. Ballet Béjart Lausana nació en el año 1987, sus objetivos son la promoción de cualquier actividad en relación con la danza.
Hasta el año 1992, era una compañía compuesta por unos 60 a 80 bailarines, y consistía en realizar giras en las capitales más importantes del mundo y crear uno o dos coreografías nuevas cada año.
A partir de 1992 deciden reducir la compañía de bailarines, de 30 a 40 de diferentes nacionalidades y crear la escuela Atelier Rudra Béjart Lausana, una institución libre abierta a los jóvenes bailarines de todo el mundo.
La apuesta de este municipio por uno de los coreógrafos y bailarines más importantes del siglo XX y a través de sus actuaciones tanto en la ciudad como por todo el mundo es uno de los mejores instrumentos para promocionar Lausana.
Hablar del Ballet Béjart, está unido a la ciudad, es un icono representativo que le da visibilidad al municipio de Lausana.
La apuesta del municipio por este proyecto y su apertura a los jóvenes de todo el mundo, está generando el interés de la gente por la danza.
La importancia que esta ciudad le da a la formación artística es la forma de pensar, de entender la vida y el mundo, las formas de expresarse, de comunicarse, relacionarse unos con otros, las forma de trabajar, es la identidad y diferencia con otras ciudades.
El hecho de ser financiado por el ayuntamiento hace que la población de esta ciudad lo sienta como suyo y al mismo tiempo hace que los implicados en el proyecto se esfuercen más si cabe pues tiene que devolver por decirlo de alguna manera el favor para con sus vecinos.
PROCESO EDUCATIVO:
“Al principio es un niño que se levanta y baila, luego un bailarín que suda y se esfuerza y al final un niño que se levanta y baila.”
A través de esta frase vemos todo el proceso que tiene que realizar el bailarín hasta llegar a ser un profesional. En este proceso hay todo un desarrollo individual que a través del esfuerzo, la constancia, el trabajo, responsabilidad, compromiso, la pasión, le lleva a una continua transformación.
Nos muestra que el tiempo de aprendizaje es largo, como todo proceso educativo hay que darle tiempo al tiempo. Es un proceso duro, detrás hay mucho trabajo, muchas horas, mucha repetición. El conseguirlo depende de cada uno y también con la ayuda de todos los implicados en el proyecto, el entorno. Todo trabajo sale bien si te apasiona y pones todo el esfuerzo en ello.
La pasión en el trabajo hace que interioricemos el aprendizaje y lo hagamos nuestro.
Queremos resaltar la labor de Maurice Béjart, como educador pues supo trasmitir sus conocimientos y encontró en su discípulo Gil Román, dar continuidad y enriquecimiento al proyecto. Función importante del educador social.
Todo proceso educativo es largo en el tiempo y requiere un esfuerzo, empieza como un juego para al final terminar con el reconocimiento y el aplauso.
Retrato de Maurice Béjar en el trabajo
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